En deporte infantil los padres juegan un papel fundamental, la pregunta que tiene que hacerse cada padre de familia con un hijo deportista en esta etapa de la vida es la siguiente: ¿Estoy haciendo un gran papel o estoy haciendo el papelazo?
¿Qué diferencia a unos padres de otros?, aquí algunas pautas.
GRAN PAPEL
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PAPELAZO
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Inscribiste a tu hijo a una actividad e intentas que no falte y sea puntual.
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Inscribiste a tu hijo a una actividad pero lo llevas cuando quieres y usualmente llegas tarde.
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Estás pendiente del progreso de tu hijo, tienes paciencia , respetas su ritmo de aprendizaje y platicas del tema con el entrenador cuando tienes dudas.
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No tienes ni idea de la capacidad ni de la evolución de tu hijo pero es la enésima vez que lo cambias de entrenador porque no entiendes por qué no es un campeón.
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Cuando estás en el entrenamiento solo observas respetando el trabajo del entrenador, de tu hijo y de sus compañeros.
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Cuando estás en el entrenamiento das indicaciones constantemente a tu hijo o a sus compañeros.
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Si tu hijo "baja" su rendimiento académico investigas las causas y platicas con el entrenador para que sea un aliado en el objetivo de mejorar.
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Si tu hijo "baja" su rendimiento académico lo castigas dejándolo sin entrenar.
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Asistes regularmente a ver los partidos.
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Nunca asistes a los partidos.
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Cuando asistes a los partidos mantienes un clima de respeto brindando apoyo a el equipo de tu hijo sin importar las circunstancias y sin interferir con las decisiones del entrenador.
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Cuando asistes a los partidos das instrucciones en todo momento a tu hijo y criticas a los compañeros de tu hijo que para ti no lo hacen bien.
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Respetas el trabajo de los árbitros y a los equipos rivales.
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Insultas a los árbitros cuando no estás de acuerdo con una sanción y te metes con los jugadores o entrenador del equipo rival.
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Entiendes que solo es un juego, apoyas a tu hijo en las victorias y en las derrotas, lo invitas a esforzarse al máximo, mantienes la calma y haces de la experiencia un momento agradable.
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Le exiges en todo momento que sea un ganador, un campeón como tú lo fuiste, le recriminas si según tú no se esfuerza, lo haces sentir avergonzado.
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Le brindas espacio a tu hijo para que cuando no quiera hablar de deporte no lo haga, especialmente después de los partidos donde las cosas no han ido bien.
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Lo hostigas hablando de deporte en todo momento sobre todo después de un mal partido indicándole lo que debe o no debe hacer aunque él no quiera saber del tema.
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Entiendes que el deporte es una actividad para que tu hijo se divierta, socialice y aprenda lecciones positivas que refuercen su actitud ante la vida permitiéndole pensar y reaccionar mejor ante un problema.
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Crees que tu hijo hace deporte para divertirte a ti y es tu medio para conseguir tus sueños frustrados, haces de tus diferencias las diferencias de tu hijo impidiéndole socializar con aquellas personas que no son de tu agrado, lo sobreproteges y te entrometes en todo.
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Si te identificas del lado del GRAN PAPEL cerciórate de que estén en lo correcto, muchas veces no nos damos cuenta o no queremos darnos cuenta de lo mal que estamos haciendo las cosas. Si por el contrario te ubicas de lado del PAPELAZO procura mejorar tu actitud y comportamiento, entiende que eres el mayor ejemplo para tu hijo y que al final en la vida todo de trata de respeto, si te has equivocado sé maduro y pide disculpas a quien tengas que pedirlas empezando con tu hijo, será un gran lección para el presente de tu niño que seguro le ayudará en el futuro.
